El lugar es un remanso de paz entre viñedos, perfecto para desconectar. La cena fue rica y Rosendo nos dio una cata de vinos exquisita. ¡Ah, el jardín era un pequeño paraíso!

El baño era tan escurridizo que me sentí como en una película de acción tratando de cerrar la puerta.

Disfruta de la cata de vinos que ofrece Rosendo, comparte su pasión y conocimiento, haciendo que cada sorbo sea una experiencia única.

Tuve una experiencia increíble rodeado de viñedos. La comida fue deliciosa, con opciones caseras que realmente destacan. Las habitaciones son cómodas y acogedoras, ayudando a descansar después de un día de catas de vino. La atención del personal fue excepcional. ¡Definitivamente volveré! 🍷

Las habitaciones son cómodas, pero el spa nunca estuvo disponible durante nuestra estancia.

El entorno natural es espectacular y la comida es excepcional, especialmente el desayuno. Disfruté de la cata de vinos liderada por Rosendo, quien compartió su profunda pasión por ellos. Sin embargo, el spa es bastante limitado y podría mejorar en accesibilidad durante el invierno.

indudablemente volveré

La habitación era acogedora, con calefacción y decoración cuidada. Disfrutamos de un delicioso desayuno con tostadas y tortitas. La cena fue casera y rica, especialmente los entrantes. Rosendo compartió su pasión por los vinos en una cata. La atención de Maribel fue un verdadero lujo, haciéndonos sentir como en casa.

Disfruté de un encantador fin de semana en Enoturismo Mainetes. La atención de Maribel fue espectacular, haciéndonos sentir como en casa, y la comida realmente casera. La habitación, aunque básica, estuvo bien para descansar después de disfrutar de una cata de vinos muy interesante.

El entorno natural es tan cautivador que parece sacado de una postal, con viñedos que te envuelven como un abrazo de vino tinto. La comida en el restaurante es un festín de sabores manchegos que hacen bailar a las papilas. como si cada bocado fuera una celebración de la cultura local.

Spa cerrado.

la magia del vino y la hospitalidad

comida deliciosa, habitaciones amplias

spa pequeño

Increíble! Atención cálida, habitaciones decoradas con encanto, deliciosa comida ecológica.

El entorno natural es impresionante, rodeado de viñedos en plena vendimia. La comida destaca por ser casera y de calidad, con una oferta de vinos de la región muy bien seleccionados.

El spa estaba cerrado y no se detallaron los horarios de acceso ni la disponibilidad de masajes, lo cual fue decepcionante. Las habitaciones eran bastante básicas y frías, con muebles poco funcionales como mesas de noche diminutas. Además, la sensación de abandono fue notoria, sin personal en las áreas comunes y desorden en el comedor con platos sucios de días anteriores que no fueron recogidos.